Es un término que utiliza la autora, Naomi Aldort, y al que también hace referencia Rebeca Wild en sus libros sobre educación libre.
"Las palabras que elegimos en nuestras interacciones con los demás tienen el poder de sanar o herir, de crear distancia o de fomentar la proximidad, de ignorar los sentimientos o de abrir el corazón, de favorecer la dependencia o la independencia"
Este recurso es el que podemos emplear, si confiamos en él y si somos capaces de aislarnos emocionalmente del comportamiento del niño en el momento de aplicarlo, cuando el niño hace una rabieta, se hace pupa o algo lo desequilibra emocionalmente.
No se vosotros, pero lo que yo tiendo a hacer es pretender que el llanto o los gritos acaben lo antes posible..emocionalmente me altera, y es rara la ocasión en que me paro a pensar en cómo se siente mi hijo, sus razones...yo quiero que pare y punto.
La validación consiste en aceptar su reacción emocional ( llanto, quejas , pataletas...) y permitirle sentirse aceptado y amado en ese momento. No intentar distraerle de sus sentimientos verdaderos porque no estaré siendo respetuoso con él.
Dice la autora
" Cuando los niños perciben que pueden mostrarse como son, que pueden sentir lo que sienten y se dan cuenta de que nos importa su punto de vista, suelen crear la solución a su problema, o hacer las paces con la realidad. Por el contrario, cuando los sentimientos del niños se niegan, suelen verse incapaces de resolver sus propios problemas"
Creo que un ejemplo que puede ayudarnos a entenderlo es que recordemos cuántas veces hemos explicado un problema a nuestra pareja o a un amigo y tratando de ayudarnos nos han montado un plan atractivo para que nos olvidemos del problema.
Quizás nuestro llanto, ansiedad y nerviosismo los ha puesto incómodos también...Lo mas probable es que después de las cañitas, la película o un buen revolcón, el problema y la inquietud que lo acompaña nos asalte por sorpresa y quizás con mas fuerza....en mi opinión...que útil hubiera sido un buen desahogo con sus lágrimas y mocos y si es necesario..un buen puñetazo en la mesa...cuando me sucede, quiero un abrazo y silencio. De este modo me siento aceptada.
Pues con los niños igual o mas, ya que son mas vulnerables y necesitan mas de nuestro amor y aceptación.
Seguro que encontraré múltiples oportunidades para poner en práctica esto...ya os explicaré...con un ejemplo.
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