miércoles, 24 de octubre de 2012

Primeras mentiras


Es matemático, una menda (o sea, yo) se tambalea, y mi capacidad de estar presente disminuye. Una consecuencia: primera mentira de Magdalena.

Por suerte, una vez se inicia este camino, es una vía de no retorno... y la Sonia centrada, presente, que coexiste con la de ceño fruncido y barbilla adelantada, me susurra al oido: oye, hermosa, que este camino ya lo habiamos desandado...

Un niño miente porque un padre, en este caso, una madre, ha hecho o dicho algo que le empuja a ello. El claro responsable es el padre y por tanto, se merece un tirón de orejas.
Y esta es la historia de la primera mentira "con importancia" de Magdalena.

La relación de Magdalena con la comida me recuerda a mi relación con la comida cuando era pequeña. Soy consciente desde hace tiempo que hay algo que estoy haciendo mal, además de darle de comer delante de la tele (viejo hábito para lograr que comiera...venga otro tirón de orejas para esta madre).
Se que, al igual que con otros temas que van saliendo, algún día, la alimentación tendrá su momento de "iluminación" y empezaremos a caminar juntas por otro sendero mucho más sano en todos los sentidos. Por el momento, supongo que otros fuegos van llamando mi atención y los cubos no son infinitos.

La cuestión es que ese día me puse muy, pero que muy pesada con que comiera la fruta. Mi actitud era rígida, autoritaria y por ende, utilicé el chantaje. Y tuve mi merecido... La manzana fué a parar al cubo de la basura. Para ello eligió un momento en el que aparentemente para ella, yo estaba despistada. Está claro que no es la manera de conseguir las cosas. Quiero que coma fruta pero de esta manera estoy consiguiendo lo contrario de lo que pretendo: que la aborrezca. Así que me planteo ofrecérsela en momentos en que, por ejemplo, no estemos en casa, y en la bolsa del habitual picoteo, llevar fruta en lugar de galletas. También a la salida del colegio que se que sale con mucha hambre. Por otro lado, si acepta comerla en casa, dejar que tome la que le apetezca, ni más ni menos. 

Cuando ocurrió esto busqué en el libro y esto es lo que leí: Comportamientos basados en el miedo que los niños presentan cuando se sienten mínimamente inseguros:

Un niño que se siente inseguro ocultará sus acciones inaceptables...
Cuando las cosas salen mal, si el niño se siente culpable tenderá a mentir porque teme la reacción de los padres. Para impedir el hábito del niño de mentir o recurrir a otras acciones defensivas, debemos acabar con el miedo que provoca dichas acciones. Libre del miedo, el niño se sentirá cómodo para ser sincero. A veces, por mucho que se intente crear este entorno de seguridad, el niño puede seguir sintiéndose intimidado sólo porque es pequeño. Muéstrese sensible y respetuoso; no lo empuje mas allá de sus límites y no demuestre que ha "mentido"Si esconde la verdad, usted sabe que es porque no se siente seguro. Su objetivo consiste en aliviar la causa de su miedo

 Manos a la obra!!!

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