Dice la autora en un apartado del capítulo dedicado al Amor:
"Los niños no parecen sentirse conectados por medio del amor si se les ofrece sólo una atención parcial"
"Si se juega con el niño mientras se lee, se habla por teléfono o se dormita, el niño no obtiene su dosis de cariño"
"Algunos padres temen mimar al niño si lo convierten en el centro de atención. Pero la atención no es lo mismo que organizar la vida alrededor del niño"
"para mejorar la experiencia del niño, proporciónele atención individualizada sin interrupciones y durante este tiempo deje que el niño lidere la situación. El niño necesita constatar que es tan importante en su vida que está usted dispuesto a posponer la lectura, las tareas domésticas, el papeleo, los recados, las llamadas y las visitas a sus amigos para pasar tiempo con él. Si tiene mas de un hijo deberá planificarse"
"Prestar atención es lo esencial en el amor. Requiere una completa aceptación del niño, seguir su dirección y responder a su manera de conectar con nosotros"
"Lo que cada niño necesita lo define cada uno de ellos"
Cuando acabé de leer este apartado del capítulo 2 me planteé seriamente hacer una autocrítica de la calidad de la atención que le doy a Magdalena y a Pablo ( cuando pasa unos días con nosotras). Esperaba salir airosa, la verdad, pero también sabía que después de esa obligada reflexión, me tocaría, siendo consecuente, arrimar un poco mas el hombro y aumentar o mejorar esa atención.
Esto me recuerda al proverbio chino que leí recientemente en el blog del Director del IES de mi pueblo Tierra Próspera
"Los caminos fáciles no llevan lejos"
Inicié la auditoría partiendo de la última frase que he transcrito la cual indica que son los niños quienes definen lo que necesitan en relación a la atención.
Creo que todos sabemos lo que mas les gusta a nuestros hijos, pues debería ser sencillo no? bueno, pues no lo es. Por ejemplo, a mi me cuesta bastante jugar al juego simbólico que apenas ella está empezando a experimentar y debido a su edad, lo necesita. Ahora estamos con montar una casa con multitud de objetos que forman un gran círculo y luego nadamos en el lago y hacemos un pastel imaginario. Haciendo la debida autocrítica diré que es una actividad que el 90% de las veces me da mucha pereza y reconozco que no participo como se merece, es decir, estando presente. Mi mente divaga en otras cosas, cuando toca nadar en el lago hago lo justo ( también en parte por mi hernia discal que la verdad, tirarme al suelo duro, pues como que no!). Sí, es verdad, podría ponerle mas ganas y lo voy a intentar.
Otra de las cosas que le encanta y no pincho en ello, son los cuentos. A la hora de la siesta y por la noche le cuento uno o dos cuentos hasta que se duerme. El cuento fue mi salvación a la hora de dejar la teta para dormir. Tenía 2 años y medio y empezamos con Gloria Fuertes (estupenda!!). A raíz de la experiencia ya no hemos parado y nos encanta a las dos.
La música! Aquí entra su padre (pedazo de padre, por cierto). En casa de Jesús experimenta con el piano, la música clásica, la percusión y todo lo relacionado con la música a un nivel mas intuitivo. En mi casa cubrimos su necesidad con cantajuegos y recientemente nos dedicamos a bajar las letras de sus canciones favoritas y las aprendemos juntas.
La pintura es algo que también le encanta y no hay día que no pintemos un rato con temperas, ceras o rotuladores. Al principio, cuando me pedía que la acompañara en esos ratos, también me daba pereza. Poco a poco fui empezando a coger los colores y dejarme llevar. Hoy me he sorprendido a mi misma pensando que mañana voy a comprar mas variedad de tonos de ceras..pero porque me hacían falta para mi propio dibujo!
Y otra forma de quererla, según la autora es dejarle hacer lo que ella quiere siempre y cuando no sea peligroso. Que quiere elegir su ropa y resulta que se pone unos calcetines fucsia con las sandalias rosa claro y un short amarillo..pues oye! me muerdo la lengua antes de decir.¿estás loca? ¿no ves que esos colores no pegan? Dicho así, suena a chorrada, pero no lo es. ¿Quién soy yo para enseñarle sobre colores? si ahora combino lo que en mi juventud me parecía impensable porque "no pegaba". Que desarrolle su propio estilo y combinaciones no es darle un capricho, es permitirle ser.
¿Que me quiere ayudar a pasar la fregona? Pues aunque se que lo hará mal, pues la dejo. Y luego, cuando no me vea, si hace falta, lo hago otra vez. Si freno su voluntad propia de ayudarme porque no lo vaya a hacer perfecto, creo que me estaría equivocando.
¿Que, como hoy ha sucedido, quiere ir a casa del papá en bicicleta sin pedales? pues le dejo. Porque hasta que ella no se de cuenta por su propia experiencia de que es imposible que llegue ya que está bastante lejos ( 5 minutos para un adulto) pues no va a dejar de insistirme cada día porque, sencillamente, le hace ilusión. Claro está, sabiendo que en un whats up vendría el papá a recogerla si hacía falta. No hubiera servido de nada que le hubiera explicado mil veces que está demasiado lejos y no es que no confíe en mi, es que tienen que experimentar activamente y aprender de los "fracasos". Sólo tenemos que acompañarles y luego consolarles si hace falta. Nada del clásico "te lo había dicho"...a mi por lo menos, esa frase, me da urticaria.
Otra de las cosas que me toca plantearme seriamente cambiar es el hábito que tengo de darle de comer delante de la tele. Ella come como un pajarito y aunque está por encima del peso para su edad, es de esas cosas que nos cuesta a las madres entender. Que su barriguita pide lo que necesita!!!! ya, ya..pero yo dale que te pego a enchufarle el máximo de cucharadas posible. Bueno..pues ya es hora de cambiar. Se come en la cocina con su santa madre y a ver que pasa. ¿Que voy a gastar mas energía? seguro. ¿Que es la mar de cómodo hacerlo mientras ve la tele? También. Pero en cuanto empiece el cole cambiamos rutina. He dicho!
Y por hoy no me extiendo mas..Pablo será el protagonista de los próximos post ya que viene a visitarnos unos días.
Amor y humor!
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