Dice la autora
Hacer cosquillas es una actividad típicamente iniciada por los adultos, aunque a la mayoría de las personas no les gusta que les hagan cosquillas, y no es algo que haríamos a otro adulto. Entonces ¿Por qué pensamos que a los niños les gusta?
En realidad los niños detestan que les hagan cosquillas, a menos que conserven el control durante el juego y su duración.
La risa incontrolable que provocan las cosquillas no es una expresión libre de alegría
es una abuso similar a cualquier otro dolor físico.
...sentirse así puede incitar al niño a exteriorizar su malestar a través de la agresión u otras acciones destructivas. Además del dolor que provocan las cosquillas, el niño aprende a abusar físicamente de otra persona y a sucumbir al abuso físico
en ocasiones pueden disfrutar del juego siempre y cuando conserven su poder.
Hoy he encontrado esta información mientras buscaba el el índice del libro, alguna guía a la hora de acompañar a Magdalena cuando surgen los típicos conflictos entre niños de estas edades, es decir, casi siempre a la hora de compartir los objetos propios y ajenos.
Me ha llamado la atención que hubiera un apartado llamado COSQUILLAS.
Lo que habéis leido al inicio del post, no se si os ha sorprendido..a mi muchísimo! Reconozco que al principio me ha parecido un poco exagerado así que en cuanto hemos llegado del cole le he preguntado a Magdalena ¿te gusta cuando te hago cosquillas? Su respuesta ha sido NO ( con cara de respuesta obvia ).
Cuando la experiencia, un libro o alguien me descubre que algo no era tal y como yo pensaba que era, sino que estaba equivocada, me siento liberada y agradecida. Creo que nuestro sistema de creencias en general necesita ser puesto en duda.
Hoy "solo sé que no sé nada".
A partir de hora solo cosquillas consentidas!
Hola, Sonia.
ResponderEliminarEs la primera vez que comento en tu blog, aunque lo sigo desde que pusiste el enlace en el foro de Crianza Natural y me gusta mucho.
Yo recuerdo que a mí me también me resultaba muy desagradable y doloroso que me hicieran cosquillas. No me parece nada exagerado considerarlo como una agresión que ejercen los adultos sobre los niños (aunque muchas veces sin ser conscientes de ello, claro, como en tu caso hasta ahora).
Ana