viernes, 3 de agosto de 2012

Es que no ha hecho siesta...



Antes de continuar con el post, Mónica, Marina y Soraya: Gracias...gracias por la agradable sensación de sentirse útil.

No se si alguna vez habéis usado una frase parecida a la del encabezamiento, yo, un montón. Hemos pasado por muchas etapas con el tema siesta, en el cuarto, con cuento, mirando la tele, aprovechamos el camino el coche para que descanse y mi clásico : Oye, si el cuerpo no le pide siesta, para qué me voy a estresar intentando que se duerma? o sea, ha sido y es una fuente de problemas.

No voy a negar que el día que le sienta bien las siesta, la tarde es una delicia. Pero..y el día que después del siestón padre, que uno ya tiene hasta ganas de que se despierten, encima se levanta de malas? uno piensa, pues mejor que no la haga, si igualmente vamos a tener movida. Cada vez tengo mas claro que una de las lecciones que tengo que aprender es que con los niños, como con la vida, todo fluye, todo cambia..las rutinas, los humores, lo que funciona un día, no funciona otro..tenemos que re- inventarnos cada día y que cada situación saque de nosotros lo que ese día esté buenamente disponible.

Entre ayer y hoy, mi optimismo respecto a los avances ha tenido un bajón: 3 rabietas mal gestionadas en 12 horas!

Cuando he leído el comentario de Marina he pensado..Anda! su hijo también ayer se puso soviético..y digo yo..y permitidme por favor que saque mi vena esotérica ..y si la luna llena les afecta? a mi me afecta..y si la he parido yo, pues quizás también estoy criando a una pequeña lunática. La cuestión es que muchas veces no vamos a poder comprender el porque se ponen rabiosos de repente, y ahí es cuando la validación es mas difícil de aplicar.

Dice la autora

"Puede que no desee que se mencione el hecho de que está enfadado. En esencia el niño dice: Cuando estoy disgustado, dejadme estar disgustado, pero no me digáis que me véis. Cuando el niño necesita este tipo de escucha silenciosa, cualquier palabra que digamos probablemente le avergonzará"

"El silencio no significa indiferencia"

Yo entiendo por lo que he leído, que a veces es mejor que no validemos ( jolín, la cosa ya se pone chunga!)..así que...imagino que tengo que trabajar duro en la parte mas importante, Aislarme del torrente emocional para poder saber que necesita de mi en esa situación en particular. 

Ayer por la noche, Magdalena y yo protagonizamos una situación un poco caótica, fruto de su cansancio por no haber hecho siesta y mi falta de comprensión hacia ese hecho. Una cosa que me dejó fuera de juego ya que no es habitual es cuando se pone agresiva y sin querer pegar, da manotazos con las manos...me pone violenta, no es que sea violenta con ella, ojo, pero si brusca en mis gestos y aunque no puedo vérmela, se que mi cara se transforma. Esta parte de mi me asusta. No se si a lo largo del libro, Naomi Aldort, toca este tema. Ya os contaré. Y si alguien tiene experiencia o recomendaciones, pues se las agradecería mucho.

Tomo aire y encaro la tarde con alegría...esta noche tenemos cena en la calle con los niños..así que tendré la oportunidad de validar en público, ja, ja! puede ser divertido.

Es curioso, no he compartido el blog con las madres de los amigos de mi niña, mujeres como yo que luchan cada día por sacar su día adelante lo mejor posible. He asumido ( y prejuzgado), quizás erróneamente, que no van a compartir mi forma de enfocar la crianza y supongo que deseo seguir integrada en la vida de la calle y no pasar a ser el bicho raro. El tiempo y los acontecimientos me marcarán el camino a seguir.

Un abrazo.






No hay comentarios:

Publicar un comentario